November 2023 / 5 Min Read

Interrupción del negocio

La interrupción del negocio es el segundo mayor riesgo al cual se enfrentan las organizaciones hoy en día y, según nuestra encuesta, se espera que descienda al sexto puesto hacia 2026.

¿Qué es la interrupción del negocio?

La interrupción del negocio es la pérdida de ingresos o beneficios que sucede cuando las operaciones de una organización se ven suspendidas o reducidas debido a pérdidas directas o indirectas (contingentes), como daños en las instalaciones o un ataque cibernético. Una organización podría sufrir una pérdida de ingresos o un aumento de los costos operativos para mantener el nivel de ventas, o incluso ambos al mismo tiempo.

¿Por qué la interrupción del negocio es uno de los principales riesgos para las organizaciones?

La amenaza que implica la interrupción del negocio quedó en evidencia durante el verano de 2023 cuando cerraron las plantas petroleras en todo Canadá por los incendios forestales, lo que interrumpió la producción por un equivalente a 240.000 barriles de petróleo al día.

Las pérdidas ocasionadas por la interrupción del negocio pueden ser significativas e incluso poner en peligro la supervivencia misma de una organización. Este tipo de evento puede presentarse de muchas maneras y afectar la reputación, la confianza de los clientes, la liquidez y muchos otros factores, por lo que significan una gran preocupación para las empresas.

Tradicionalmente, las organizaciones consideraban únicamente las potenciales interrupciones provenientes de causas propias, como por ejemplo, incendios, explosiones o catástrofes naturales que pudieran perjudicar sus instalaciones. En las últimas décadas, comenzaron a pensar más allá, y también tener en cuenta las interrupciones de la cadena de suministro y los riesgos relacionados con la pérdida de clientes, proveedores o servicios públicos.

En los últimos años, el riesgo de interrupción del negocio se volvió cada vez más complejo, ya que el mundo es aún más volátil e interconectado:

Los cambios normativos y legislativos requieren medidas de cumplimiento actualizadas y continuas.
Los sucesos climáticos o meteorológicos causaron daños graves en múltiples ocasiones.
Los ataques cibernéticos, el mayor riesgo actual en nuestra encuesta de este año, son unos de los principales motivos de preocupación, en parte debido a su capacidad para obstaculizar las operaciones empresariales.
Los efectos del COVID-19 aún están latentes, especialmente en cuanto a interrupciones de la cadena de suministro mundial, como lo demostró la escasez de semiconductores en 2022.
La escasez de personal, ocasionada por la demanda de talentos calificados, la brecha en las habilidades y el envejecimiento de la población, llevó a que puestos de trabajo esenciales quedaran vacantes.
La escasez de repuestos implica que las fallas en los equipos, que en el pasado habrían provocado interrupciones breves, ahora pueden causar retrasos prolongados. Muchas empresas ya no consideran la reparación cuando determinan la duración de una interrupción, sino el tiempo necesario para la entrega de una maquinaria nueva.
Los sucesos geopolíticos, como los conflictos, implican riesgos y obstáculos constantes para las empresas.

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Pérdidas y preparación

Si bien la mayoría de los encuestados aseguraron estar preparados para un suceso de interrupción del negocio, casi un tercio sufrió algún tipo de pérdida en los últimos doce meses.

32%

de los encuestados tuvo pérdidas derivadas de este riesgo en los últimos 12 meses.

Fuente: Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2023 de Aon

74%

de los encuestados aseguró que su organización estaba preparada para este riesgo.

Fuente: Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2023 de Aon

¿Cómo pueden las organizaciones mitigar el impacto de la interrupción del negocio?

Tanto la preparación previa a la pérdida como la reacción posterior son fundamentales para limitar el impacto de una interrupción del negocio.

Las empresas deben reevaluar y actualizar constantemente sus planes de gestión de crisis y continuidad del negocio. Estos planes reducen sustancialmente el impacto de un suceso y pueden marcar la diferencia en la recuperación de una empresa luego de una interrupción.

A nivel táctico, se ha comprobado que la diversificación es una forma de reducir el riesgo de interrupción de la cadena de suministro. Recientemente, algunas empresas optaron también por aumentar y retener su stock como medida contra las interrupciones breves. Este método brinda más protección, pero también puede implicar costos financieros adicionales.

Una póliza de seguros es una parte importante de los planes de reacción ante incidentes, ya que otorga cobertura frente a pérdidas y protección de activos. Las empresas deben estar en contacto constante con sus aseguradoras para mantener actualizados sus planes. Buscar asesoramiento profesional para gestionar y reclamar siniestros puede permitir a la organización centrarse en la producción y en los clientes, y así amortiguar el impacto de una interrupción del negocio.

Si se produce una pérdida, las empresas pueden mitigar los efectos al mantener las operaciones comerciales, asegurar lo necesario para seguir trabajando y centrarse en las tareas de recuperación. Los planes de gestión de crisis y continuidad del negocio garantizan que todo esto sea factible incluso en medio de una crisis.

=
La interrupción del negocio sigue siendo el segundo mayor riesgo al que se enfrentan las organizaciones hoy en día, al igual que en la edición anterior de nuestra encuesta.

Fuente: Encuesta Global de Gestión de Riesgos 2023 de Aon

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