¿Por qué el daño a la marca o reputación es un riesgo principal para las organizaciones?
En este mundo altamente volátil y acelerado, un solo evento disruptivo puede socavar rápidamente la reputación de un negocio, una de las principales preocupaciones de los últimos años que constantemente ha ocupado un lugar en los 10 riesgos principales en la Encuesta de gestión del riesgo global desde 2007.
Las empresas tienen varias preocupaciones clave relacionadas con el daño a la reputación:
- Disminución potencial de la confianza de los inversores y la confianza en el liderazgo, lo que a veces conduce a la pérdida irreversible del valor para los accionistas.
- Una erosión de la confianza del consumidor, que lleva a un giro del cliente, que a su vez puede llevar a un impacto financiero material en los ingresos y una pérdida de cuota de mercado.
- Cualquier consecuencia legal, como multas reglamentarias y costos de investigaciones.
- Los costos potenciales del desarrollo de capacidades de preparación y gestión de crisis.
- Los efectos de cola larga y las líneas de tiempo prolongadas que se requieren para recuperarse y reconstruirse después de una crisis de reputación.
- Acceso a capital para mitigar el impacto financiero de crisis potenciales.
La comunicación instantánea y la conectividad en línea implican que el panorama del riesgo de reputación es dinámico y en evolución. Como resultado, las empresas se enfrentan a preocupaciones mayores relacionadas no solo con los valores de una marca, sino también con cómo y en qué medida indican esos valores.
Entre los factores externos que pueden aumentar el riesgo de reputación de las organizaciones se incluyen los siguientes:
- Amplificación e interconectividad de las redes sociales y un ciclo de noticias 24/7, que puede convertir rápidamente los problemas incidentales en titulares globales.
- El cambio constante de las preferencias del consumidor en relación con la transparencia y el comportamiento ético.
- Panoramas reguladores dinámicos y mayor escrutinio del comportamiento y la responsabilidad corporativos.
- Problemas de privacidad por manejo incorrecto de datos de clientes, lo cual puede llevar a infracciones de privacidad que, a su vez, pueden tener como resultado una reacción normativa.
- Una nueva era de globalización que reformula las cadenas de valor: las empresas ahora necesitan pensar en la exposición al mercado en diferentes contextos normativos, normas culturales y expectativas de las partes interesadas.
Las organizaciones deben ser más proactivas, transparentes y éticas en sus acciones para salvaguardar su reputación en un mundo cada vez más interconectado y volátil. Hemos visto a las organizaciones usar información basada en datos para ayudar a identificar, evaluar y gestionar mejor el riesgo de reputación, lo cual les entrega maneras más informadas de comprender el impacto de este tipo de riesgo.